miércoles, 19 de noviembre de 2008

Un loco genial

Reducto de libertad, de verdad, de vida. Desde aquel disco viejo que mi padre guardaba junto a otros en la última balda del armario del salón: barba pelirroja, flor en la barbilla, el loco de la vía. Nunca ha dejado de serlo. Un loco genial. Después de aquel LP vinieron muchos más. Y menos mal. Canciones y versos que me han acompañado desde entonces y que me han reconciliado conmigo tantas y tantas veces.

Claro, cómo iba a saber él todo eso. La intrahistoria de una música que se entrelaza con la vida —la mía, en este caso—.

Y tiene una mirada algo tímida, que contrasta tanto con su voz potente... Y al mismo tiempo, la ternura de su sonrisa refuerza esa voluntad luchadora que marca cada una de sus palabras. "Yo no creo en la utopía", se atreve a confesar. Y aunque no hace falta que lo explique, que actos valieron siempre más que palabras y su trayectoria habla por él, él puntualiza. "Porque, aunque nos quieran hacer creer otra cosa, la libertad, la igualdad o el respeto nunca fueron utopías. Son necesidades".

2 comentarios:

Mauricio dijo...

Que tío mas grande. La verdad es que contigo fui al concierto aquel 11 de octubre del pasado año. Un concierto precioso. Y aquel día, por muchas razones, fue uno de los mas importantes de mi vida, por no decir el que más. Cada vez que escucho a Rafael Amor me acuerdo de aquel día.

Cuboderubik dijo...

Si es que ahí donde le ven el chico es un sentimental... Pero he de decir que lo importante vino después del concierto, eh? Jejeje! ;-) Más que en el Galileo, en un bar de Huertas!