martes, 21 de octubre de 2008

De dignidad y resistencia

Tiene una mirada penetrante, sincera, fuerte. Y las ideas muy claras. Destila además una humanidad de ésa que sólo poseen quienes trabajan día a día con la parte más vulnerable del ser humano: la enfermedad. Y además comprenden el sufrimiento ajeno, empatizan con su dolor y no se quedan al margen.

"Contra la mentira, optamos por resistir", me dice Luis Montes. Y el tiempo les dio la razón. Pero, ¿quién se acuerda de aquello?


¿Quién se acuerda ya del calvario que hubo de soportar durante tres largos años las Urgencias del Hospital de Leganés? De las infamias lanzadas a bomba y fuego —en una estrategia maquiavélicamente calculada desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid— contra el equipo médico que las coordinaba, capitaneado por el doctor Montes.

Tres largos años de insultos, de mentiras, de calumnias... En una campaña de desprestigio al más alto nivel contra unos médicos que simplemente hacían su trabajo. Unos médicos que no entendían como humano el encarnizamiento terapéutico que lleva a mantener con vida a toda costa a un enfermo en fase terminal —"el sufrimiento dignifica", "Jesucristo murió con dolor", alegan sus próceres, a la derecha de Aguirre—.

Y les acusaron ni más ni menos que de "asesinos". Por no declararse en objección de conciencia. Por ayudar a que tantos enfermos en fase terminal de la Comunidad de Madrid murieran sin dolores en los estertores de la muerte.

Y, rizando el rizo, les acusaron de "aprovecharse de una población (la de Leganés, la de los ciudadanos de una población situada al Sur de Madrid) con bajo nivel cultural" para llevar a cabo este tipo de prácticas médicas. ¿Cómo se puede tener tan poca vergüenza? ¿Cómo se puede insultar de este modo a tanta gente sin que les tiemble la voz?

"Doctor Muerte" le insultó la COPE durante las mañanas de tres largos años al doctor Montes. ¿Cómo podemos tolerar los ciudadanos de este país la existencia de un medio de comunicación como éste que únicamente se dedica a crispar y a difamar, sin ningún tipo de rigor informativo y que reviste cada noticia, cada opinión de la más retrógrada, de la más castradora, de la más dictatorial, de la más medieval, de la más inquisitorial de las ideologías posibles?

Hubo de ser finalmente un tribunal, concretamente la Audiencia Provincial de Madrid a comienzos de este año 2008 —la batalla orquestada desde la entonces Consejería de Lamela comenzaría un 11 de marzo de 2005—, quien concluyera que en las Urgencias del Hospital de Leganés no sólo no se habían cometido "sedaciones irregulares" sino que además no se había practicado ningún tipo de mala praxis médica.

Ante esta sentencia judicial, la Comunidad de Madrid niega la mayor y el silencio. Sin rectificaciones. Sin disculpas. Sólo la prepotencia que les caracteriza. La firma de un despotismo al que ya nos tenía acostumbrados,por ejemplo, Jose María Aznar.

¿Hasta cuándo vamos a soportar esto?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joooder. ¿A qué esperas para hacerte columnista?

Chapó. De veras. Me quito el sombrero. Qué suerte tengo de haberte conocido...

:)